Vista Vela II 1301 – Condos en renta en Los Cabos – Por Dicasi Vacations

Descripción Español
Vista Velas Resort

Unidad 1301

Se pueden encontrar vistas codiciadas y panoramas maravillosos en todo el mundo, aparentemente explotando a la vista de vez en cuando y desapareciendo en un instante ante nuestros ojos. De vez en cuando, se quedan y, a su alrededor, formamos santuarios a su belleza. Esta es la forma en que se construyó esta unidad, con vistas al horizonte alrededor del cual innumerables se han pasado la vida mirando con asombro.

A medida que la puerta abre el camino hacia el interior, los tonos suaves de color se vuelven aún más evidentes a medida que las puertas y habitaciones emergen de las paredes, desde el medio baño en el pasillo hasta las habitaciones alrededor de la casa. Una vez dentro del cuerpo principal, el área se nivela y se convierte en un único espacio abierto en el que todo parece girar suavemente hacia los escudos corredizos de vidrio al final, protegiendo la cubierta de la casa y la casa de la brisa del mar y el sol del desierto.

La cocina, la sala y el comedor parecen bailar juntos, separados solo por el aire, unidos por su sencillez y armonía. La decoración, una mezcla entre el minimalismo y el futurismo moderno, hace que el impacto sea aún más dramático una vez que el ojo capta el azul intenso del horizonte exterior.

Encimeras totalmente equipadas en mampostería de blanco recubren la cocina, mientras que la madera lisa de la mesa dispuesta para ocho asientos brilla en contraste con el gris mate de las sillas acolchadas. La sala de estar combina madera y tela en perfecto contraste, creando un toque sutil para mirar hacia el exterior, donde el cielo batalla cada mañana y anochecer para ajustar cuentas entre las noches estrelladas y los cielos despejados del mediodía.

En el dormitorio principal, una gran cama King está enmarcada por maderas pulidas en ese estilo muy futurista que parece ligero a los ojos y resistente al tacto. Una pintura maravillosa recuerda la lucha cotidiana que toma el firmamento, y una cala parece abrirse dentro del área para crear una especie de refugio, donde un vestidor, dos lavabos y la ducha empotrada en la pared comparten el espacio y forman un fuerte por la elegancia.

El segundo dormitorio principal está vestido con un atuendo similar; la cama de tamaño completo está coronada por colores giratorios, de la misma manera que verías si los peces bailaran brillaran debajo de los botes con fondo de vidrio en el puerto por la noche. La ducha y el lavabo del baño privado parecen más sencillos; un escudo de vidrio y paredes de mármol y encimeras de piedra contra el espejo de vidrio pulido.

En el dormitorio de invitados, dos camas individuales se adueñan de los colores vibrantes que estallan en la pintura, rojos vibrantes y amarillos que brillan en el maravilloso paisaje de un amanecer en esta hermosa tierra. Equipada con su propio baño, la habitación ofrece todas las comodidades que los demás ofrecen, desde el televisor con conexión Wi-Fi hasta la unidad de aire acondicionado para controlar la temperatura en la tierra del desierto.

En la terraza, fuera del ambiente frío y los mostradores de mármol, un comedor para seis comparte la vista con una hermosa sala de estar. Y qué vista es: desde los terrenos comunes del complejo donde tres grandes piscinas reflejan la luz del sol, las canchas de tenis al final, los jardines perfectamente cuidados, hasta el horizonte infinito roto por el arco, el trozo de piedra y tierra que desafía el valiente choque entre el mar de Cortés y el océano Pacífico día y noche. Y a su paso, cada amanecer y cada anochecer, los colores se esparcen en un destello por los cielos e inundan los sentidos con todos los matices de la paleta, desde el bermellón más profundo hasta el amarillo más brillante y el tono más oscuro del azul, siempre cambiante y siempre. presente en este maravilloso lugar llamado Los Cabos.

Bienvenido a casa, donde a minutos de distancia se encuentran los centros comerciales, los centros comerciales, el puerto deportivo, la alta cocina o las playas de arena gruesa que forman la línea costera aquí.

Vista Velas Resort

Unit 1301

Coveted views and wonderful panoramas can be found throughout the world, seemingly exploding into view every once in a while, and vanishing in a flash before our eyes. Every so often, they stay, and around them we form shrines to their beauty. This is the way this unit was built, overlooking the horizon around which countless have spent their lives gazing in wonder.

As the door leads the way inside, the soft hues of color become even more apparent as doors and rooms pop up from the walls, from the half bathroom in the hallway to the bedrooms around the home. Once inside the main body, the area levels and becomes a single, open space in which all seems to spiral gently towards the sliding glass shields at the end, guarding the deck from the home and the house from the sea breeze and the dessert sun.

Kitchen, living room and diner seem to dance together, separated by nothing but air, joined by their simplicity and harmony. The décor, a mix between minimalism and modern futurism, makes the impact ever more dramatic once the eye catches the sharp blue of the horizon outside.

Fully equipped counters in stonework’s of white line the kitchen, while the smooth wood of the table set for eight seats shines in contrast to the matte gray of the cushioned chairs. The living room blends both wood and fabric in perfect contrast, creating a subtle hint to face the outside, where the sky battles every morning and dusk to settle the score between the starry nights and the clear skies at midday.

In the master bedroom, a large King sized bed is framed by polished woods in that very futuristic style that seems light to the eyes and resilient to the touch. A wonderful painting reminisces of the everyday struggle that takes the firmament, and a cove seems to open inside the area to create a shelter of sorts, where a walk in closet, twin sinks, and the shower encased in wall share the space and form a fort for elegance.

The second master bedroom is dressed in similar attire; the full sized bed is topped by twirling colors, the same manner you would see if waltzing fish where to glow underneath the glass bottom boats in the harbor by night. The shower and sink in the private bathroom seem simpler; a glass shield and marble wall and stone countertops against the polished mirror glass.

In the guest bedroom, twin beds take hold against the vibrant colors that explode in the painting, vibrant reds and yellow sparking in the wonderful scenery of a dawn in this beautiful land. Equipped with its very own bathroom, the room offers every commodity the others do, from the Wi-Fi powered TV to the A/C unit to control the temperature in the desert land.

On the deck, outside the chilled environment and the marbled counters, a diner for six shares the view with a lovely living room. And what a view it is: from the common grounds of the compound where three large pools reflect the sunlight, the tennis courts at the end, the perfectly manicured gardens, to the infinite horizon broken by the arch, the piece of stone and land that defies the brave clash between the sea of Cortez and the Pacific ocean every day and night. And in their wake, every dawn and every dusk, the colors spread in a flash through the skies and flood the senses with every hue from the pallet, from the deepest vermillion to the brightest yellow to the darkest shade of blue, ever changing and ever present in this wonderful place called Los Cabos.

Welcome home, where minutes away are shopping centers, shopping malls, the marina, high end cuisine, or the coarse sanded beaches that make the shore line in here.